Las características que identifican al arte asturiano son:
el sillarejo, la mampostería y el ladrillo en los muros, reservando los sillares para las esquinas y los elementos de refuerzo.
el arco de medio punto, la bóveda de cañón, reforzada mediante arcos fajones .
el muro compuesto
Arquerías ciegas y estribos .
Decoración: pinturas al fresco de temática diversa.
Basas decoradas, Fustes sogueados y capiteles enriquecidos, todo ello para realzar las columnas.
Planta basilical de tres naves con ábsides de trazado rectangular, siendo el central el más amplio.
Ábside central, parte superior una cámara del tesoro abierta al exterior por una ventana sin comunicación interna.
sistema de contrarrestos o contrafuertes, ejemplo en San Miguel de Lillo.
etapas
El tipo latino y el tipo bizantino. Admiten columnas y pilastras y también semicolumnas adosadas al muro y trabadas con arcos, formando así el muro compuesto y preludiando el pilar compuesto de la arquitectura románica el cual aparece ya completo en la arquitectura mozárabe del siglo X.
Arcos de medio punto y peraltados , contrafuertes o estribos exteriores.
Cancelas o antepechos de piedra ingreso del ábside llamada iconostasis.
Ventanas ajimezadas y con ornamentación de piedra calada o celosía. Pequeños rosetones.
ramirense
Ramiro I (842-850) alcanza el arte asturiano su máxima expresión, representando las construcciones del monte Naranco su mejor exponente.
Adopta la planta cuadrada o de cruz griega, el ábside cuadrado, también con ventana, la bóveda de cañón para cubrir todas las naves y los arcos fajones.
La Iglesia de Santa María del Naranco
planta inferior es una sala cubierta con bóvedas, sin ventanas, diferenciada en tres ámbitos.
Es un gran salón rectangular con bóveda de cañón y arcos fajones o perpiaños, abierto en sus extremos por una triple arcada.
San Miguel de Lillo trozo de la Santa Cruz, la reliquia más sagrada del tesoro visigodo.
Santa Cristina de Lena
Su característica principal es su iconostasis, formado por tres arcos de piedra sobre cuatro columnas de mármol, con elementos visigodos, que separaba al presbiterio de la nave principal.
perramirense o alfonsi
791 y 842, reinado de Alfonso II.
planta basilical con tres naves por lo común con sus ábsides cuadrados y su ventana en cada uno. Se cubren éstos con bóveda de cañón y las naves con armadura de madera.
Este rey construye la Cámara Santa, único resto del recinto palatino que queda en la Catedral de Oviedo.
Es un pequeño edificio de dos plantas, la segunda, el oratorio, reformada en época románica, cuando se añadió la bóveda de cañón, y la primera abovedada, destinada a guardar reliquias. También se construyó la cripta de Santa Leocadia.
La iglesia de San Julián de los Prados, o de Santullano,
Tiene planta basilical de tres naves, separadas por pilares cuadrados que sostienen arcos de medio punto, y presenta un transepto con un remarcado alzado.
El iconostasio o iconostasis, que separa la parte reservada al clero del resto del templo, presenta una remarcable similitud con un arco triunfal. Destaca de este templo su grandiosidad y su originalidad, que se apartan de modelos visigodos.
Pertenecen también a este periodo la iglesia de iglesia de San Tirso y Santa María de Bendones.
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